¿Cuántos adultos, a menudo ignorando sus dones, siguen sufriendo de la imagen borrosa y distorsionada de sí mismos? Son aquellos que aún no encuentran su lugar y que a menudo cambian de profesión, lugar de residencia, y país en una búsqueda perpetua por su propia imagen.
En efecto, ¿Cómo es que algunas de estas personas podrían considerarse brillantes después de ser considerados por tanto tiempo como tontos o anormales? En cuanto a los que se han detectado ser superdotados, aunque tardíamente, ¿qué pueden hacer ahora?
Jeanne Siaud-Facchin, psicólogo superdotado, que creó en el 2003 CogitoZ, centros de diagnóstico y apoyo a la escuela en los trastornos del aprendizaje, acaba de publicar el primer libro sobre los adultos superdotados: ¿Demasiado inteligente para ser feliz? El adulto dotado.
Precoz, dotado, superdotado, HP ¿Términos para una misma realidad?
En realidad, hay un término que realmente se ajusta a la realidad de estas personas. «Dotado» es lo más correcto pues el término “precoz” induce peligrosamente a la idea de una persona atrapada en la edad adulta. No es el hecho de estar por delante de otros lo que caracteriza al “dotado”, sino su peculiar funcionamiento intelectual. En cuanto a la «HP» (alto potencial), sugiere que son personas que deben hacer algo brillante. El término «talentoso» también los puede describirlos aunque obviamente es una “mochila pesada difícil de llevar”.
¿Qué le anima a un adulto a consultar si es SUPERDOTADO?
Muchos hombres de entre 40 y 50 años, vienen a mí porque – a pesar de un éxito rotundo – se sienten incompletos. Se sienten vacíos. Algunos lo hicieron, de hecho, cuando les dieron el diagnostico a sus hijos y reconocieron algunas características en ellos.
Aliviado por el diagnóstico
¿Cómo reaccionan las personas a las que se les informa sobre sus dones?
En primer lugar, aliviados. Sin embargo, a la euforia menudo le sigue una fase de ira. Hacia sus padres, que no hicieron nada para ayudarlos; hacia la escuela, que tal vez, los condujo al fracaso, y finalmente a sí mismo por no haber percibido su realidad. A veces también surge el miedo, pues ya no tienen derecho a decepcionar y tienen que ser los mejores.
¿Por qué estan tan interesados en esto los adultos?
Conocerse a uno mismo siempre es liberador, independientemente de la edad. Saber que es “dotado” puede significar la obtención de una riqueza para estas personas, ya que si estar dotado es una riqueza, su diferencia con los demás es más fácil de aceptar. Después del diagnóstico, uno tiene la sensación de estar «vuelta a casa», después de años de vagar.
Nunca es seguro para uno mismo
¿No es más bien inquietante, incluso peligroso? ¿Cuáles son las repercusiones de tal revelación acerca de su familia, la vida social y el amor?
No es peligroso pues le permite conocer sus fortalezas y debilidades. Además, es esencial para entender su personalidad y sentirse mejor con uno mismo y los demás. Y la cuestión es, precisamente, una reconciliación con uno mismo y con los demás.
¿Es prudente decirle al entorno? Entre la falta de información y el veneno de los celos, ¿no es más sabio callar?
Siempre es arriesgado porque la mala interpretación y la burla son rápidas. Los dotados siguen siendo objeto de tergiversación. Sin embargo, creo que vale la pena hablarlo con la gente que le importa, a fin de comprender lo que realmente son.
¿Ha sido contactado por personas que se reconocen a través de su libro y que después del diagnóstico resultan ser dotados?
Sí mucho. Cuatro de cinco de personas que vinieron a verme lo hicieron porque se reconocieron en mi obra y en realidad eran dotados. Muchos hombres, de perfil bajo, también. La humildad, la duda es la automatización del pensamiento dotado.
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