La maldición de entender las cosas… la pastilla roja del superdotado intelectual

Una de las características de los superdotados es su gran interés para un gran número de temas distintos. El superdotado intelectual ama entender las cosas y conocer un poco o casi todo sobre ellas. Saber cómo funciona nuestro mundo de manera muy cruda enlazado con una sensibilidad a flor de piel y un profundo sentido de la justicia puede ser muy difícil de vivir. Explicación…

El superdotado… y la pastilla roja de Matrix

Todos conocen la famosa escena de la primera película Matrix donde Morpheus pregunta a Noe que pastilla quiere elegir. La roja que permite saber lo que es Matrix y conocer la verdad o la pastilla de la ignorancia y felicidad. Morpheus insiste en decir que al tomar la pastilla roja solo conocerá la verdad, insinuando así que conocerla podría ser difícil…

Por desgracia, para los superdotados, no hay generalmente esa elección de pastillas. Hemos tragado la pastilla roja al nacer y, desde niños, sufrimos de sentimiento de injusticia, de asco, de incomprensión y rechazo hacia la manera que funciona nuestro mundo…

Los conocimientos que hacen sufrir al superdotado: la maldición

Son muchos temas que, al entender cómo funcionan, pueden hacer sufrir a los superdotados. Obviamente, pensamos en temáticas como por ejemplo la política o mejor dicho la macro-política, como funciona la economía mundial, el poder y la influencia de los lobbies de multinacionales, las guerras, el sistema bancario y sus prácticas asquerosas, el agroalimentario, los laboratorios de farmacia, como la humanidad se comporta con el planeta y el medio ambiente y… nuestra sociedad de manera general que nos parece… ¡totalmente loca! Al entender como todas esas temas funcionan (y muchas más) generan un fuerte sentimiento de injusticia, de asco y de rechazo en el superdotado.

Y…  ¿Porque eso afecta mucho a los superdotados y no a los demás?

La respuesta es simple. La gran mayoría de las personas no les interesan saber cómo funcionan esas cosas y prefieren no mirar, cerrar los ojos y enfocarse en otras cosas mucho más divertidas que no necesitan pensar como mirar estupideces en la televisión. Pero el superdotado quiere y necesita entender cómo funciona nuestro mundo y las cosas. En vez de mirar televisión basura prefiere leer e investigar. El otro punto que afecta más al superdotado es su fuerte sentido de la justicia y su sensibilidad mucho más importante.

La llegada de las convicciones en la persona con alto IQ

Obviamente, al descubrir todas esas cosas y rechazarlas, la persona con alto cociente intelectual desarrolla convicciones generalmente fuertes. Se niega a ser cómplice de cosas que le parecen injustas o estúpidas. De ahí nace un gran problema para él.

¿Cómo estar en armonía con tus convicciones cuando vives en un mundo que rechazas?

Frente a este dilema, la persona superdotada tiene que tomar una decisión y rápidamente se da cuenta que 3 soluciones se ofrecen a él pero que ninguna es fácil.

• No cambiar de actitud y seguir la Matrix pero sufrir de un sentimiento de ser cómplice de esas injusticias y locuras lo que puede ser una fuente para la llegada de una depresión.
• Cambiar unas cosas para sentirse algo mejor con sus convicciones pero igualmente estar incómodo porque no va en todas sus convicciones.
• Tomar una decisión muy radical que puede afectar mucho su vida.

El superdotado que decide olvidar lo que sabe

Las personas superdotadas que elijen no cambiar de actitud, tratando de olvidar sufren y preparan un terreno para sentirse mal sin saber porque, y así crear un camino real para la depresión. A la imagen de Cifra, el personaje de Matrix que había salido de la Matrix pero quería regresar para disfrutar de una vida simple y fácil, los superdotados que tratan de olvidar la cruda realidad de nuestro mundo injusto se sienten incómodos.

El superdotado que trata de vivir más en armonía con sus convicciones

Las personas superdotadas que elijen cambiar unas cosas sin cambiar todo se sienten algo mejor pero igualmente se sienten incómodas porque no se sienten totalmente fieles a sus convicciones. Es por eso que dentro de la población de superdotados encontramos la más grande proporción de personas que han decidido separarse de la televisión, elegir una dieta tipo vegetariano o vegana, personas que han salido del sistema bancario, personas que han decidido usar solamente remedios caseros, etc.

El superdotado que toma decisiones radicales y extremas

Finalmente, tenemos a las personas que toman decisiones muy extremas para sentirse en armonía con sus convicciones y estar de acuerdo con sus elecciones. En la población de personas que viven en la calle (por elección de vida) vendiendo artesanías por ejemplo encontramos una gran proporción de personas superdotadas que no aceptan la sociedad y han decidido vivir al margen de la sociedad por rechazo a ella. Tenemos muchas personas también que han decidido aislarse, vivir como ermitaños o practicar a otros valores yéndose a comunidades utópicas o indígenas.

Conclusión sobre la maldición de entender las cosas y nuestro mundo

Es muy difícil poder estar en armonía con sus convicciones. No actuar nos hace sentir mal. Tomar decisiones extremas puede ser peligroso y puede aislarnos de la sociedad. Tomar decisiones no tan extremas puede ser una solución para sentirse un poco más en armonía con sus convicciones pero deja un sentimiento de incomodidad persistente.

Tomar unas decisiones no muy drásticas puede hacernos pasar por más “bichos raros” ante los ojos de los demás. Decir a las personas que no tienes televisor y eres vegano o que nunca vas al médico pero te curas con remedios caseros, etc. puede sorprender mucho y generar una forma de rechazo de los demás.

Vivir más en armonía con sus convicciones enlazadas con una percepción alta de la cruda realidad de nuestro mundo es todo un arte. La idea es entonces tomar decisiones no muy radicales y extremas y no caer en la pasividad. El concepto de querer ser como los demás, no pensar y olvidar no es imposible… ya que recuerda que tomaste la pastilla roja… ¡y no hay marcha atrás!